lunes, 8 de agosto de 2011

Dejemos hablar al viento.

—¿Todavía la querías?
—Sí. Por eso lloraba cuando veía algo que me emocionaba, porque no podía compartirlo con ella.





Nada -le dije-. A veces tengo miedo de llegar a quererte. No esta noche, claro. Son momentos, como un escalofrío, como un remordimiento; pasan en seguida. Pero es terror, te juro. Quererte no sé si un poco más o de manera distinta...



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.