—¿Todavía la querías?
—Sí. Por eso lloraba cuando veía algo que me emocionaba, porque no podía compartirlo con ella.
—Sí. Por eso lloraba cuando veía algo que me emocionaba, porque no podía compartirlo con ella.
Nada -le dije-. A veces tengo miedo de llegar a quererte. No esta noche, claro. Son momentos, como un escalofrío, como un remordimiento; pasan en seguida. Pero es terror, te juro. Quererte no sé si un poco más o de manera distinta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.