Prométeme que nunca me olvidaras.
A veces me quedo dormida imaginando que estoy cayendo a un vacío, oscuro e inmenso. Esa imaginación acaba llegando al sueño, convirtiéndolo en una pesadilla de la cual me despierto desorientada. Lo curioso es que ya despierta sigo con la misma sensación de estar cayendo a ese vacío, en el trayecto me siento confusa, rara, porque no sé cuando llegaré a parar contra el suelo, ni sé cuánto dolerá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.