sábado, 26 de marzo de 2011

Sesenta y uno.


Me gusta, por la dulzura que habia en sus ojos. Por la ternura con la que besaba. Por sus encantadoras palabras. Por tener la sitiacion. Por alargar ese momento, por hacerlo especial. Siempre fue especial.
Le odio, por hacerme quererle hasta los limites más insospechados del delirio. Por no poder dejarle. Por ser así. Por tener la cobardía de no poder admitir que sigo, jodidamente enamorada de él.

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